Puede que lo ignores, pero el órgano más grande de nuestro cuerpo es la piel, y en muchas ocasiones no la cuidamos como debiéramos, sobre todo en verano. Largas exposiciones al sol, deshidratación, escasa o nula aplicación de cremas protectoras, etc son los principales enemigos de nuestra epidermis en verano. Las altas temperaturas hacen que el cuerpo responda con traspiración y exceso de humedad que no solo puede acarrearnos problemas a largo plazo, sino también favorecer dermatitis e infecciones.
Largas exposiciones de nuestra piel y sin el debido cuidado pueden ocasionarnos la pérdida del factor hidratante que nos ocasiona tener la piel seca y áspera, sin dejar de mencionar un envejecimiento prematuro, pérdida de elasticidad y las odiadas arrugas. Una práctica prolongada y sobreexposición al sol y falta de cuidado eleva el riesgo a desarrollar un melanoma.
Nuestro mejor aliado para combatir las anteriores consecuencias y protegernos ante ellas es el cuidado diario. Hidratación de la piel y limpieza son los principales aliados, pero no hay que olvidar otros aspectos como evitar largas exposiciones solares, combatir una sudoración excesiva, una buena alimentación y la aplicación de filtros solares.
Para una correcta hidratación es importante principalmente un consumo abundante de agua, que nos ayudará a recuperar líquidos y sales minerales perdidos por una excesiva sudoración. Así mismo la aplicación de leches hidratantes y otras cremas con asiduidad, que debemos hacerlo tras nuestro aseo personal diario por la mañana y antes de acostarnos, poniendo especial atención en zonas como codos, rodillas y talones que son las zonas más secas de la piel. Una ducha diaria en el cuidado de nuestro aseo personal añadido a una ducha tras una jornada de baño tanto en piscina como en el mar es esencial para prevenir posteriores infecciones.
En lo relativo a la exposición solar, es fundamental el uso de filtros solares apropiados, debiendo ser estos al principio del verano de alta protección, pudiendo utilizarlos de menor graduación progresivamente. El uso de filtros solares es nuestro principal aliado contra las quemaduras y aparición de melanomas en el futuro. Lo ideal es ponernos cremas solares antes de ir a la playa o la piscina y volver a utilizarlas cada dos horas o tras un baño. Ser pacientes en conseguir el ansiado bronceado también es un aspecto a tener en cuenta, y empezar con tomas de sol más reducidas en los primeros días.
- Foto creado por prostooleh – www.freepik.es
Los expertos, en relación a la toma del sol, aconsejan no exponernos directamente más de 30 minutos diarios, junto a un filtro solar adecuado, y evitar las franjas horarias de mayor intensidad de rayos ultravioletas que son de 12 del mediodía y las 5 de la tarde, y el uso de crema hidratante al terminar.
Desde Spainfy ayudamos a cuidar de tu piel ofreciendo una amplia gama de productos de marcas nacionales reconocidas que cumplen con los más altos estándares de calidad, como: Geoderm, PostQuam, Valquer, Velandia, Abéñula y muchas otras. Nuestro amplio catálogo de cuidado personal atiende a todas las necesidades, además contamos con increíbles ofertas que hacen que cuidarse con productos de calidad no resulte nada costoso.
Por otro lado, la alimentación también juega un papel importante, esta debe ser rica en fruta y verdura fresca, pudiendo destacar tomates, espinacas, cebollas, cítricos, uvas, zanahorias, berries o aguacate. Nos ayudará a hidratar el cuerpo y por tanto la piel.
Del mismo modo debemos combatir la sudoración excesiva, y para ello usar ropa amplia y colores claros juega a nuestro favor a reducirla.
Por último, y no menos importante, para evitar un envejecimiento prematuro de la piel debemos evitar dormir pocas horas, el tabaco, el alcohol y el estrés entre otros.